domingo, 20 de septiembre de 2020

NORTE

Norte.
Siempre al frente.
Siempre recto hasta un horizonte que nunca llega. Atrás dejaste tantas puertas abiertas, tantos momentos que se perdieron en las tinieblas. Pero nunca te quitaste el corsé.
¿Para qué?
En la seguridad de estos renglones no puedes ser tu, pero al menos no te llueven hostias desde todas las direcciones.
Así que sí.
Encorsetada y caminando siempre al Norte. Siempre al frente. Con la mirada absorta en su luz resplandeciente. Evitando abismos, acantilados y cataclismos, sin dar ni un solo paso en falso, sin alterar el rumbo ni el sentido y con la brújula atornillada al brazo por si la pierdes. 
Pero entonces sucede.
La vida da un giro.
Sin razón, sin motivo.
Y El norte ya no está al frente.
Está en alguna otra parte
PERDIDO CONTIGO. 





SER

Motivación, nervios, tensión, ganas, hostia
Renuncia temporal, resiliencia,
vuelves a la carga, con más fuerza,
¡que no decaiga!
Segunda hostia,
Bloqueo, paralización, aprendizaje, huella,
pepito grillo diciéndote al oído "te lo dije" 
Cuestión de años, o de segundos y décimas, pero en resumidas cuentas...
La hostia te la pegas.
A la tercera va la vencida. O a la quinta, ¡que más da! 
No te pares, no te arrepientas. 
Sigue adelante y grita ¡a la mierda! 
A la mierda los frenos.
A la mierda ser tan políticamente correcta
A la mierda controlar e inhibirse
A la mierda saber estar
y olvidarse de ser. 
Ser no puede ser una opción. 
Ser tienes que ser Tu. 
Como quieras.
Sin aditivos. Sin etiquetas.
Sin trajes de gala ni cuerpos a oscuras
Con sonrisas y lágrimas
Sin medias tintas y con todas tus lunas llenas.
Ser se elige. Es tu derecho. Y nadie te lo puede negar.
Ser no está bien ni está mal. 
Ser tienes que ser.
SIEMPRE TU.