De pronto aparecen las fugaces al rescate de la Osa. Están todas. Oriónidas, Tauridas, Leonidas, Geminidas. Caen al instante de ser vistas, como los cuerpos que asomamos por las trincheras. Pero aún queda alguna. No hay tiempo que perder. Es el momento de pedir el deseo. Cruzo los dedos y le ruego al cielo que ponga punto y final a la historia. Le suplico que cesen de una vez por todas las bombas.
Paula Xirasola
Precioso!!!!
ResponderEliminarPrecioso!!!!
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