Dedicado a mi abuela Sita, una persona muy especial para mi y que
ha superado un cáncer de mama. Para ti mi pequeña alcahueta, la más valiente de
las mujeres. Te quiero.
"Alquitrán"
"Alquitrán"
Cuelgo el teléfono. No sé por qué, pero antes de cogerlo tuve la
sensación de que el timbre había sonado distinto, amargo, tal vez funesto. Las
lágrimas brotan de mis ojos veloces, como si alguien hubiera dado la señal de
salida iniciando una carrera por mis mejillas. ¿Por qué a ti?
Mi cuerpo se queda aquí, pero mi mente vuela a tu lado. Pienso en
cómo estarás al otro lado del auricular, pienso si tú también estarás llorando
después de soportar estoicamente hasta el final de esta conversación lenta,
amarga, dura, pesada, como el alquitrán.
La noticia me angustia, me horroriza, me bloquea. Me desespera.
Porque tú fuiste el sol en mis tiempos de oscuridad, mi calma en las noches de
luna llena, una mano sujetándome para que no cayese en el abismo, una palabra
bondadosa rompiendo el triste silencio de la soledad. Algo más que una relación
de parentesco. Una persona muy especial. Y saber que puede ser el final me
desagarra por dentro, me rompe en dos, hiela mi alma y hace que mi sangre se
vuelva lenta, amarga, dura, pesada, como el alquitrán.
Porque no puedo hacer nada por ti, no hay nada que pueda hacer
para salvarte, no puedo adelantar tu diagnostico, ni llevarte a Houston. No
puedo curarte. Porque si pudiera, te juro que lo haría. Con mis propias manos
arrancaría ese veneno que llevas en tus entrañas y que se extiende poco a poco,
invadiendo tu cuerpo de forma lenta, amarga, dura y pesada. Como el alquitrán.
Revivo esta escena de hace cuatro años. Ya no estás. Sumergida en
agua caliente esta cuchilla abrirá el camino. Aguarda, en un instante estaré
junto a ti.
Paula Xirasola
Estupendo y maravilloso relato Paula. Se me han puesto los pelos de punta. El amor que tienes por tu abuela quedá plasmado a la perfección en este escrito. Enhorabuena.
ResponderEliminarRecuerdo este día. No había palabras que pudieran consolarte. Hoy todo se reduce a este relato y tu alcahueta y tu estais mas unidas que nunca. No sabes cuanto me alegro mi Xirasoliña.... Precioso relato.
ResponderEliminarDuro pero hermoso. Felicidades.
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