Pequeñas flores de colores salpican el campo como la paleta de un pintor que lleva horas haciendo mezclas hasta conseguir la combinación perfecta. Rosas, margaritas, petunias. No hay duda, ha llegado la primavera. Arranco con ternura una azucena. Su belleza en mis manos será breve y efímera. Un lacónico matiz de color para mi alma, desolada y gris, que observa por primera vez tu nombre escrito en una tumba: Azucena
Paula Xirasola
Carai compañera... te conocí cuando empezaste a escribir en serio y ahora tu progresión es indudable. Cinco lineas intensas y perfectas. Enhorabuena.
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