Grandes, pequeños, voluminosos, viejos, grises, innovadores, de tapa gruesa, de bolsillo, con margenes, con miles de tipos diferentes de letras, pesados, ligeros, aburridos, atrevidos, con colores, fotografías, con verdades y mentiras, desgastados, prestados, de texto, de aventura, de política, de fantasía de amor, de crónica, de historia, ensayos, novela, poesía, de cocina, de auto-ayuda, de interés social....
¿Cuántas cosas se esconden tras las páginas de un libro.?
Un libro te da la oportunidad de hacer volar tu imaginación a tu antojo en cada paisaje,
recorrer mundos de fantasía... Revelarte infinidad de personajes, desvelarte todos sus
secretos, hacerte llegar a cada rincón de su alma, con sus sentimientos desnudos ante tus
ojos, dejándote explorar sus reacciones, predecirlas e identificarlas.
Un libro puede darte amores eternos, alentar a tu corazón cuando la vida real no tiene
palabras para ti y hacerte llorar como nunca. Puedes ser tu el héroe de mil batallas, el
instigador de miles de causas, cambiar el mundo o destruirlo, vivir en primera persona la
frialdad de la muerte, la utopía de un lugar maravilloso e idílico, el calor del fuego de un
hogar, el abrazo del amigo, la desolación de las derrotas, la frustración de la injusticia...
Un libro puede descubrirte otros pensamientos y hacerte partícipe de ellos o tal vez indignarte, puede resolver tus preguntas o llenarte de innumerables dudas, puede
identificarte con el ser mas ruin o tal vez el mas bondadoso sin que nadie más que tu lo
sepa, …
Un libro te abre los ojos... Es por eso que los libros son armas.
Porque solo aquel que ha visto y ha vivido tanto, aunque sea de manera irreal, añora
verdaderamente todo lo que hay entre cuatro líneas...
El mundo real no llena ese vacío, el mundo real se encuentra en decadencia, las personas
cada vez son mas egoístas, nadie tiene tiempo para nadie.... La gente camina deprisa, el
tráfico obstruye las calles, los coches pitan, la gente no habla ¡grita!todos prisioneros del
reloj... y de la codicia, creyendo que nuestra vida será mejor por tener una casa en la playa y tres coches por familia, ignorando nuestros propios sentimientos y evadiendo la triste
realidad que hoy nos tiene avasallados...
Con los ojos bien tapados con la venda del capitalismo, nos movemos únicamente buscando nuestro propio interés... Nos perdemos una y otra vez intentando mantener únicamente lo propio, ignorando que nos estamos volviendo de piedra ante un mal común a todos, un poder infranqueable que nos está arrebatando absolutamente todo sin compasión, dejándonos a la mayoría con un pequeño trozo del pastel y a la minoría absoluta con todo lo demás, haciéndonos creer que para que todo vaya mejor debemos sacrificarnos el doble los de siempre. Acatamos porque estamos dormidos bajo el hechizo, nos hemos olvidados de
quienes somos, abandonamos a nuestros mayores en las residencias y a nuestros hijos en miles de actividades extra escolares... Pobre del anciano que morirá añorando a su familia y del niño que crecerá sin saber lo que es un verdadero hogar...
Pero también nos abandonamos a nosotros mismos, hemos llegado al punto de desear más lo material que lo sentimental. Hoy nadie da nada por nadie, los amigos son amigos hoy y al día siguiente los peores enemigos... El telediario día a día nos informa de situaciones cada vez mas aberrantes y las aceptamos como si fuese algo normal. Los políticos cambian las leyes a su antojo como los cerdos de Orwell y somos incapaces de ver mas allá y recordar que no siempre fue así. Que hubo un tiempo en que luchamos por nuestros derechos, que hubo
un tiempo en que todos tuvimos el mismo sentimiento de cambiar el curso de la historia...
Fueron nuestros antepasados los que se arrojaron a las trincheras … Hoy ya nadie se
acuerda de ello.
Todos enfrascados en una vida esclava que nos negamos a ver y disfrazamos de aparente
felicidad... Sin dedicarle cinco minutos a nuestra mente, a evolucionar como personas, a abrir los ojos, a despertar del hechizo... A luchar por todo, por nuestros hijos, por nuestros abuelos, por nuestro derecho a vivir una vida digna, por nuestro derecho a tener tiempo para disfrutar de ella...
En vez de ello preferimos tirarnos en nuestro sofá, hacer zapping en la vida de otros, que ni
por asomo les preocupan nada de lo que le sucede a la gente corriente...
Que tristeza para el ser humano tener esa capacidad que lo diferencia del animal y dejarla marchar... Tal vez un día dejemos de pensar...
Porque solo aquel que ha visto y ha vivido tanto, aunque sea de manera irreal, añora verdaderamente todo lo que hay entre cuatro líneas... Y el uso de ese arma solo depende del lector... Solo hay dos finales posibles: emplear sus conocimientos para cambiar la realidad o seguir anhelando lo que solo podrá vivir en los libros.
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