Parecen no ser más que esferas milimétricas y transparentes,
resbalando silenciosas, imperceptibles a simple vista. Pero son mucho más que
eso.
Son un pedazo de belleza efímera y finita, y también el rugido del
alma.
A veces son alegría, otras veces dolor, o tal vez tristeza
concentrada en un ínfimo fragmento.
Pero siempre son sentimientos atrapados en jaulas de cristal,
queriendo salir para hablar de lo que tanto callan.
Son lágrimas.
Hasta tristes esos ojos son bonitos...
ResponderEliminarXavi.L
gracias Xavi
ResponderEliminarSea lo que sea pasará. Mucho ánimo
ResponderEliminar¡¡¡¡Eres muy muy grande Paula!!!!
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