Ni que
el día de su nacimiento sus padres decidiesen ponerle de nombre una carta de
presentación tan perfecta como esa. Solo seis letras: Rebeca.
Un
nombre agrio. Como ella. Quiere ser dulce y no sabe cómo. Ni lo intenta. Sus
compañeros de facultad le quitaron las ganas.
Ahora
esos machistas orgullosos ya no son nada. Y vienen a pedirle créditos a la
sucursal que dirige. Firme y seria los deniega. No sospechan que fue ella quien
los metió, uno por uno a todos, en la lista de morosos.
Porque
su nombre no es estúpida, inútil o "cuatro ojos". Su nombre es
Rebeca.
Paula Xirasola.
Muy bueno Paulita. Tus personajes siempre tan peculiares y duros de pelar.
ResponderEliminarXavi. L